martes, 27 de diciembre de 2011

Pronunciamiento CLUAM-X ante el asesinato de los compañeros normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.

Mexico, D.F. a 12 de diciembre del 2011

Al pueblo en general

Las Escuelas Normales Rurales han enfrentado, desde su aparición, constantes embates contra sus sistemas de enseñanza, formadores no solo de maestros y guías, si no de seres humanos, capaces, conscientes, consecuentes y activos, forjadores de caminos. Estos embates y abandonos por parte del Estado Federal, quien hipócritamente dice enarbolar la educación pública, llevaron al estudiantado de las ahora 16 Normales Rurales remanentes de 36 iniciales, a organizarse en la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, para decidir el destino de sus escuelas, que también son sus hogares, al menos por cuatro años de internado.

Más de 70 años de lucha engrosan las páginas de la historia normalista y su defensa por lo que significa, el último reducto de educación verdaderamente publica, gratuita, critica, científica y popular. La reducción de matrícula, el acortamiento de los subsidios y servicios, el desprestigio a la educación normalista y directivos incompetentes, son algunos de los obstáculos que los estudiantes han encontrado en su andar. Año con año tienen que arrancar de las garras del Gobierno -tanto local como federal- los recursos que por derecho les pertenecen, al ser, la mayoría, hijos de campesinos.

Hoy como ayer los estudiantes normalistas, se mantienen dignos y de pie, sacando avante sus escuelas con un gran esfuerzo y dedicación, hacia la organización nacional.

Pero también hoy como ayer, el Estado no tolera forma alguna que sea distinta a la suya, y busca eliminar las causas justas, subyugándolas, sometiéndolas a interminables restricciones; reprimiendo cualquier ápice de autonomía que brille en los ojos de un individuo, valiéndose de los medios más viles.

El día de hoy, 12 de diciembre del 2011, lamentamos el deceso de los compañeros Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús, estudiantes de la normal rural “Raúl Isidro Burgos”, de Ayotzinapa, Guerrero, cuando realizaban una protesta pacífica sobre la carretera federal México- Acapulco, la cual consistía en el bloqueo de la misma, rutinario en este tipo de negociaciones, como medida de presión, con el fin de la resolución de el pliego petitorio entregado al gobernador del estado de guerrero Ángel Aguirre semanas antes, el cual exigía, simple y llanamente, lo necesario para una verdadera educación de calidad y vida digna: subsidios alimenticios, mejoras en dormitorios e instalaciones tanto del internado como del área académica, etc. Y que el gobernador se había comprometido a resolver, jactándose de su apertura al dialogo.

La criminalización y represión de la protesta social, es el juego amañado que el Estado siempre ha jugado, esta vez nos ha costado la vida de dos compañeros, un determinado número de heridos, aproximadamente 50 detenidos, y aun mayor número de desaparecidos, tras el enfrentamiento entre cuerpos represivos de las distintas agrupaciones, tanto estatales como federales –policía, ministerial, municipal y federal, grupos de operaciones especiales e inclusive militares-, y los estudiantes normalistas, que terminó en una lluvia de balas contra los normalistas, ordenada y orquestada por los órganos de gobierno.

Para quienes compartimos momentos con los compañeros ahora decesos, es doloroso escuchar de su fallecimiento por exigir, lo que en primera instancia nunca se les debió usurpar, sus derechos; es doloroso ver las imágenes de quienes solían soportar la burla del conformismo calmante junto a nosotros, yaciendo sangrante e inmóvil en el pavimento.

Es por esto que nos pronunciamos en apoyo y solidaridad total con la FECSM, con los estudiantes normalistas organizados, en su lucha por lo que les fue despojado. Comprendemos que en un clima de violencia como el que se vive actualmente en el país, la represión de la protesta legitima será maquillada a conveniencia de farsantes, creadores de guerras imaginarias, y perpetuadores de la desigualdad.

Hacemos responsables de las muertes de los compañeros, así como de la salud e integridad física, de los detenidos y desaparecidos; al gobierno represor de Ángel Aguirre Rivero, en complicidad con el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa,

Exigimos juicio y castigo a estos autores intelectuales, así como a los autores materiales de los hechos, quienes han violado del Artículo 6º de la constitución, hasta el punto del asesinato doble. Liberación inmediata de los compañeros presos y presentación con vida de los desaparecidos,

Creemos que el silencio nos haría cómplice de las fechorías de estos personajes, así que convocamos a la movilización y difusión de los hechos acontecidos, informándose de los hechos reales.

Por una vida de lucha ni un minuto de silencio

Alto a la criminalización de la protesta social

Alto a la militarización del país

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