martes, 27 de diciembre de 2011

El Miedo


¿Qué es el miedo? Todos sentimos temor a diferentes cosas. Lo que para muchos puede representar su miedo más grande, para otros resulta algo insignificante. Esta sensación que constantemente uno experimenta en un país como México depende de muchas cosas, tus miedos seguramente dependerán del estado en el que vivas, de la clase social a la que pertenezcas, de las noticas que escuches, de lo que veas y vivas a diario.

Eduardo Galeano escribió que el miedo amenaza, ya que si hablamos tendremos desempleo, si caminamos tendremos violencia, si pensamos tendremos angustia. México un país con muy marcados contrastes sociales, estamos viviendo una era de miedo, ya que las políticas que el gobierno federal ha puesto en marcha son la causa principal de esta, aunque claro el gobierno se apoya en los medios de comunicación hegemónicos para la difusión masiva de este miedo. Es un medio generalizado.

Estamos en un país lleno de injusticia, un país donde lo único seguro es que las personas a las que no les debes de tener miedo, son precisamente de las que te tienes que cuidar, es decir, policías, militares, leyes, jueces, y demás. Meterte con ellos, es seguro que tendrás problemas. ¿Y cómo no tener miedo a estos aparatos del sistema? La injusticia que ocurre prácticamente a lo largo del país: si denuncias un asesinato en Ciudad Juárez, te matan; si denuncias a pederastas en Cancún, te encarcelan.

En estos días tiene lugar en Palacio Nacional una muestra de varios objetos de diferentes luchas en la historia de México; pero esta exhibición termina con la exposición de los restos de los héroes de la Independencia. Huesos, cráneos con orificios provenientes de balas. ¿Es acaso que el gobierno de Felipe Calderón trata de advertirnos que si vences el miedo, te rebelas y luchas por lo que crees justo, ese será tu resultado: una bala en la cabeza?

“Nos tienen miedo porque no tenemos miedo”, me comentaba Lizbeth, una compañera de Sociología, cuando las autoridades de esta Casa abierta al tiempo, llamaron a su casa para advertir a su familia de las consecuencias que tendría su hija si seguía en sus intentos de formar, junto con otros estudiantes, una organización estudiantil. La compañera me dijo que lejos de asustarse, el miedo que habían tratado de introducir en ella, había fortalecido sus convicciones y sus ganas de seguir organizándose. Creo que eso es lo que necesitamos, superar el miedo y canalizarlo en formas de luchas contra las injusticias que vivimos todos los días y en todos lados.

Pedro V/CLUAMX

(Publicado en Con-Ciencia Estudiantil, Jul. 2011)

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