El pasado miércoles 22 de diciembre, EL UNIVERSAL publicó el caso de José Lema Labadie ex rector de la UAM quien no puede ser juzgado por las autoridades correspondientes (pero si por nosotros) por haber pagado un excedente superior a 2 millones 104 mil pesos a su esposa, chofer y secretario particular, como finiquito de la labor realizada entre 2005 y 2009 en la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana. Con los recursos asignados a esos tres trabajadores pudieron haberse financiado las becas de 260 jóvenes de licenciatura durante un año.
La actual administración reconoce que en ese proceso ocurrieron “irregularidades”, sin embargo el caso “está congelado” debido a que Lema Labadie “actuó conforme a lo que establece la Ley Orgánica que son sus atribuciones y funciones, donde él puede entregar estímulos, hacer promociones y adjudicar bonos a los trabajadores de la institución”, según el artículo 33, además de que “no existe mandato institucional que obligue a darle seguimiento a su caso, pues actualmente Lema Labadie goza de año sabático como profesor de la UAM Iztapalapa, donde tiene una plaza… Este caso de corrupción es uno de los muchos que deben existir, así que nuestra tarea consistirá en informarnos y actuar, para evitar que se sigan llevando a cabo este tipo de situaciones... Te invitamos a ser parte de esta búsqueda por la verdad y la justicia. Debemos pensar ¿Qué futuro nos depara si las propias leyes benefician y protegen a los ladrones? Y ¿Qué debemos hacer? para no permitir nunca más la realización impune de las “autoridades institucionales” las cuales son un reflejo de nuestro decadente sistema.
En respuesta a las publicaciones del periódico Universal, José Lema Labadie, profesor-investigador, se deslinda de la entrega de finiquitos en la UAM, durante su gestión como rector general, la cual concluyó el 30 de noviembre de 2009. Según dijo: “Los finiquitos fueron determinados por la tesorería y la secretaría general de la actual administración, desatendiendo lógicamente los comentarios del auditor y entregados por la oficina del abogado general en la Junta de Conciliación y Arbitraje, los días 9 y 10”. Además agregó: “Lamento profundamente que vivamos hoy en esta universidad pública el mismo clima de terror que sacude al país, donde cualquier persona puede ser agredida anónimamente y, muchas otras, desentenderse. La acción irreflexiva en mi contra ha dañado moralmente a un servidor, a los ex trabajadores mencionados en la nota y a sus familias, y han puesto en entredicho, frente a la opinión pública, a nuestra universidad”
Sin lugar a dudas estar bien informados, es la base de una participación critica, con una documentación, oportuna, confiable y corroborable. Se considera oportuno asistir a las asambleas que se convocan en muchos de los casos por que se requiere una participación de estudiantes independiente de la estructura institucional, de ahí que te invitamos a organizarnos como estudiantes en defensa de nuestro patrimonio, esta universidad pública.
(Publicado en Con-Ciencia Estudiantil, Oct. 2010)
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